Tenemos folio de SEDATU, pero no tenemos donde vivir: Damnificados

• Amenazan con desviar el agua que alimenta las turbinas de la CFE para ver si así las autoridades los voltean a ver.

Cacahoatán, Chiapas, 27 de septiembre.- “De nada nos sirve contar con un folio de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) se continuamos viviendo en casas de plástico, con familiares o pagando renta”, coincidieron damnificados del sismo de 6.9 grados Richter que ocasionó daños el 7 de julio de 2014.

Durante un recorrido por la comunidad, el representante de las familias damnificadas, Adulfo Bahamaca de León, dijo que hasta han sido engañados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que a través del director general Isaías Trejo Sánchez, se comprometió a darle seguimiento al caso, según el expediente CNDH/4/2015/3446/Q.
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Precisó que las construcciones dañadas permanecen abandonadas y en los casos donde las casas fueron derribadas por el personal de Ejército Mexicano en el marco del Plan DN-III, solo se aprecia el lugar donde estuvieron y no hay para cuando les construyan la que les prometieron.

Tampoco han sido  atendidos los daños menores ni parciales, situación que incomoda a las familias porque ya pasó un año del sismo y las autoridades relacionadas con el caso, como SEDATU y gobierno del Estado se hacen de los oídos sordos.

Bahamaca de León manifestó que son gente de paz, han seguido los cauces legales y la vía del diálogo, pero hay la propuesta de varios afectados porque el agua de la toma que alimenta las turbinas de la CFE sea desviada hacia un arroyo cercano para ver si así las autoridades los voltean a ver.

Las familias que no tienen a donde irse han reforzado sus casas con horcones de madera, con el temor de que si hay un sismo fuerce les caiga encima, pero por los bajos ingresos que tienen como jornaleros no tienen para pagar renta.

Las pocas construcciones que fueron iniciadas quedaron a medias y alertaron a las autoridades que carecen del reforzamiento necesaria, entre ellos columnas y cimientos, porque se trata de una zona sísmica, ya que inmuebles bien hechas no soportaron el movimiento telúrico.

Varias personas a las que les iniciaron la edificación, juntaron recursos económicos para reforzarla, poniéndoles columnas de carga y cimientos. /Rodolfo Hernández González

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