Los pocos campesinos que se acercan a la presidencia en busca de algún apoyo o noticia de su obra inconclusa no reciben nada pues la mayoría del personal no está en sus oficinas. No se encuentra el tesorero municipal, ni el director de Obras Públicas, ni el personal de sindicatura, todos dicen que andan en Huixtla.
Las oficinas ya lucen vacías, los expedientes han sido sacados y los equipos de cómputo también empiezan a desaparecer, a menos de dos meses que se entregue el poder en este municipio ya no hay poderes pues hasta los regidores ya no se presentan a sus oficinas.
Mientras tanto sigue la larga fila de proveedores que esperan poder cobrar los adeudos que el alcalde tiene con ellos que van desde los 30 mil pesos a varios ciento de miles de pesos, sin que se tenga noticia si se podrá obtener el pago por la obra realizada, y menos esperanzas tienen los comuneros al esperar que les terminen sus obras iniciadas.
Los empleados entrevistados expresaron que el edil les debe la última quincena, que tampoco saben si podrán cobrar la parte proporcional del aguinaldo pues el tesorero Oscar Borralles siempre les contesta que el gobernador nos les manda el recurso para cubrir esos gastos. Sin embargo por voz de los mismos empleados dicen que el recurso ha sido desviado por el edil ya que tuvo dinero suficiente para construir su casa de descanso en Badenia, del municipio de Mazatán, se compró una lancha y conocen que acumula varios millones de pesos en una cuenta personal de conocido banco en Huixtla.
Por ello, los pobladores de Tuzantán Pueblo, de Tercer Cantón, el Hular, Sarabia, Sonora, le piden al gobernador del estado Manuel Velasco se le investigue al edil Joaquín Puón y se proceda en su contra por apropiarse de los recursos del pueblo.