• Vicente Fox, Pablos Salazar y Nacho Márquez protagonistas del fracaso.
Reportaje especial
Huixtla, Chiapas; marzo de 2015.- Con una inversión de más de cien millones de pesos en un proyecto fallido que según las perspectivas a través de la secretaria de economía y las tres órdenes de Gobierno, tenían presupuestado que sería un despegue económico que iba a generar tres mil 500 empleos, quedo todo en el olvido, en el fracaso. Y que hoy parte de lo que fue la “Textilera de Papadópulos” en Huixtla, solo queda el edificio abandonado como testimonio de una mala visión política impulsada en ese entonces por el presidente de México Vicente Fox Quezada, como gobernador del estado de Chiapas pablo Salazar mendiguita y como presidente Municipal Ignacio Márquez Flores.
De acuerdo a testimonios recabadas de personas que trabajaron en la famosa textilera de Huixtla, que procedía de Torreón, por un proyecto promovido por el ejecutivo federal y estatal, así como municipal, lanzaron el protey4ecto de que Huixtla fuera el lugar donde se estableciera esta fábrica de ropa, ya que se hablaba de ese entonces de la gran experiencia de la empresa Papadópulos, estableciendo su construcción en un terreno de ocho hectáreas que eran de la empresa TABAMEX, tierras que fue desincorporas por un embargo por el gobierno federal, construyen las naves de costura, lavado, bodega, tienda, comedor y área administrativa.
Cuenta don Rogelio quien fue contratado para cuidar el edificio que el primer paso se dio la contratación de 700 mujeres quienes entraron a un curso de tres meses, así como 300 hombres e instalaron 700 máquinas de coser.
El 4 de marzo del 2003 el presidente de México Vicente Fox y el gobernador pablo Salazar acudieron al edificio para realizar el corte del listón inaugural, dando a conocer el ejecutivo federal que dicha empresa textilera iba a general tres mil 500 empleos, agregando que fue una inversión de alrededor de cien millones de pesos, todo el material era trasladado de torreón a Huixtla, para su confeccionamiento en la textilera de Huixtla, y se regresaba el material terminado para su verificación para su comercialización.
El Lic. Fernando Casahonda Sánchez, asesor jurídico del empresa en entrevista, dijo que la textilera había tenido un buen despegue y auge comercial, sin embargo el problema de la quiebra se fue generando en el personal obrero y administrativo, quienes vociferaban que eran explotadas las obrera con horas de trabajo no estipulado y sin goce de salarios extras, esto vino a debilitar a la empresa Papadópulos, sobre todo porque se generaron líderes de grupos de trabajadores quienes instaban a formar un sindicato para exigir sus derechos y garantías laborales, fue debilitando totalmente la producción textil y en el 2011, en el mes de noviembre a ocho años de sus operaciones, la empresa textil ante la eminente posibilidad de una huelga que amenazaban los trabajadores y que pretendía apoderase del edificio, su maquinaria y la mercancía, la empresa decide declarase en quiebra.
En ese entonces únicamente quedaba una plantilla de 109 mujeres y únicamente se liquidaron a 89 obreras, así cierra sus operaciones la textilera de Huixtla, cerrado sus puertas antes de tener que lidiar con un sindicato. Quedando bajo custodia el edificio y que hace dos años una empresa ensambladora denomina YAZAKY, actualmente está utilizando una de las naves desde hace tres años y el resto el edificio permanece en el más completo abandono. El gerente de la ensambladora y parte de la textilera Ing. Milton Carlos Alegría, no permitió el acceso de la prensa.