Por: Juan Balboa Soto.
Huixtla, Chiapas. – Tras lamentable accidente en el que trágicamente perdiera la vida la joven María Angélica Gamboa Pérez, el cual causó gran consternación entre la población huixtleca, este lunes sus restos fueron depositado en el panteón municipal de esta ciudad.
Eran alrededor de las 10 de la mañana cuando el cortejo fúnebre arribó a la Iglesia Católica San Francisco de Asís, en donde el párroco ofreció una misa de cuerpo presente, para luego en punto de las 11 horas, el ataúd con los restos de María Angélica Gamboa Pérez, fueron trasladados a bordo de una carroza blanca, al camposanto.
Entre música de mariachis, llanto y dolor, de familiares, amigos y de toda la sociedad huixtleca quienes se unieron al dolor de la desconsolada señora Silvia Pérez, madre de la hoy extinta joven, la acompañaron en todo momento hasta su última morada de quien en su juventud fuera Reina de la Feria Comercial Huixtla 2003, y quien fuera coronada por el entonces presidente municipal Ignacio Márquez Flores.
La multitud de personas con flores, coronas y arreglos florales, mostraron su solidaridad a la desconsolada madre y a familiares, que entre llanto y dolor, no se resignaban a perder al ser tan querido, ya que María Angélica Gamboa Pérez, en vida fue siempre una joven de grandes virtudes, tal vez con errores pero con mas aciertos, una mujer de retos y de sueños, pero que sin embargo, lamentable a sus 29 años de edad, dejó de existir por una mala jugada del destino, la cual como seres humanos todos estamos expuestos, que DIOS la tenga a su diestra y que en Paz Descanse.
Cabe mencionar que los diferentes estratos que conforman la sociedad, se mostraron consternados por lo ocurrido, asimismo quien hoy es la actual Reina Electa de la Feria Comercial Huixtla 2014, María Fernanda I, se dijo consternada por lo sucedido y envío públicamente sus pésames a la familia de la hoy extinta María Angélica Gamboa Pérez, añadiendo que pronto encuentren el consuelo y la tranquilidad en sus corazones, y que podrán hacerlo abrigándose a los brazos de nuestro Señor Padre JEHOVA.
