Años de historia y de abandono, la estación de ferrocarril

* Se prometió el rescate del edificio, pero aún no hay noticias de ello

Huixtla, Chiapas, a 3 de abril.- La antigua terminal de ferrocarril construida en los años 30 por órdenes de Porfirio Díaz, con motivo de expandir la línea ferroviaria del golfo de México hacia la frontera, presenta grave deterioro.

La otrora estación por donde transitara el oro verde del plátano en los años 40, los millones de quintales de café exportados a Europa, así como el transporte de muchos soconusquenses que llevaban sus mercancías a vender tanto a Tapachula como a Oaxaca o Veracruz no tiene oportunidad que alguna institución o autoridad decida tomarla bajo su custodia para darle un uso útil que ahora no tiene.

En su patio frontal, el largo corredor donde se acumulaban las canastas llenas de frutas, ahí el verde de la sandía competía con el verde de las paternas o el caspirol; en ese largo espacio donde los antiguos se sentaban a esperar el Mixto, Pollero o el Centroamericano. Entre plática y plática, se contaban historias nuevas que llegaban junto a los viajeros del ferrocarril, y si se “humaban” unos Faro, Alex, Negritos, o un cigarro hecho con las hojas de tabaco que también se vendía al norte, así se espantaban los zancudos, mezclados con unos “tragos” de mistela o caña brava, la espera era menos larga y más placentera.

A principios de la administración se dijo por la autoridad municipal que ya se estaba en pláticas con las autoridades ferroviarias para obtener en comodato el uso de la vieja estación. No se tenía preciso la idea de lo que se pretendía realizar con el inmueble, pero sí la pretensión de rescatarla no sólo del abandono, de los años, sino de los migrantes, pandillas y borrachines que toma ese espacio como su lugar preferido para sus fechorías o borracheras, sitio de baño público y si se puede por las noches unas horas de gozo sexual.

Hoy, vive en ese espacio una señora con sus pequeños hijos, lo han tomado como su nuevo hogar. Incluso se conoce por los locatarios que la nueve huésped no es originaria de Huixtla, pero ahí vive a pleno gusto. Los comerciantes que se acomodaron al lado oriente fueron desalojados no así los que aún realizan sus labores comerciales en la parte trasera, en la zona oriente y frente a la estación.

Ideas para darle vida al edificio han surgido de variadas temáticas, desde convertirla en una sala de cine, en una pequeña cafetería, a un salón para eventos de la misma autoridad, pero todos esos propósitos se han topado con la apatía de la autoridad municipal en turno que no le preocupa rescatar el único edificio histórico que posee Huixtla y que forma parte de los monumentos reconocidos por la propia Secretaría de Comunicación y Transporte en un libro que se editó mediante el concurso de Ferrocarriles Nacionales. Si bien es cierto existe otra terminal en la parte de Valdivia, no presenta un aspecto arquitectónico de más valía que el que se posee en este municipio y que por su ubicación debiera ser el corazón histórico de Huixtla.

¿Hasta cuándo se le pondrá interés a la cultura en Huixtla? ¿Quién será el presidente municipal que rescate ese centro histórico para disfrute de los visitantes y orgullo de los huixtlecos? Esa es la historia que está pendiente de conocerse. Nota de Margarita Moreno Soto.

Un pensamiento en “Años de historia y de abandono, la estación de ferrocarril”

  1. Que interesante encontrar sus artículos sobre la estación del ferrocarril en Huixtla! Que gusto que alguien tome interés en el edifico y u historia.

    Vi en uno de sus otros artículos que se duda de la fecha de construcción de la estación. Le puedo asegurar que por lo menos ya existía alguna estación de ferrocarril en 1926, ya que ese año nace mi abuelita en Huixtla y su papá (Ignacio Escobedo) era entonces jefe de ferrocarril en Huixtla. Por eso nacen mi abuelita y sus hermanos allá.

    Me encantaría esta en contacto con usted. Estoy ahorita planeando mi primer viaje a Chiapas y quiero intentar ir a Huixtla. Cualquier consejo o comentario sería muy útil.

    Atentamente,

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